domingo, 20 de junio de 2010

Heroquestada con combinatoria 6.0

Han pasado algunas semanitas desde la última incursión de los héroes en las galerías subterráneas de la ciudad muerta de Mousillon en la que consiguieron hacerse con una de las tres Reliquias de Ierach: El espejo del bardo.

Tras unos días de reposo en una de las famosas y renombradas posadas bretonas los héroes reciben un mensaje en alas de un cuervo mensajero: Deberán viajar hasta Karak Norn, un emplazamiento enano situado en las montañas grises, junto a los limites del bosque de Athel Loren, conocido también como el bosque de los aullidos. En la frontera entre Wissenland y Parravon.

Para realizar el viaje se les aconseja seguir el curso del río Grismerie, que fluye cerca de Mousillon, hasta su nacimiento en la cordillera de las montañas grises. Después de unos eventos de viaje algo accidentados (con algunos problemas con unos salteadores y un héroe enano, algo patoso, que se torció el tobillo) llegaron a las puertas de Karak Norn, dejando atrás unos extraños cánticos de origen desconocido que provenían de las profundidades del bosque de Athel Loren.

Al llegar a la mina se hace patente que algo extraño esta sucediendo en ella: Las puertas están entre-abiertas y no hay signo alguno guardias enanos o algún tipo de guarnición… Tras entrar en las minas, los héroes inician la exploración de los niveles superiores sin encontrar rastro alguno de vida. A medida que van descendiendo la oscuridad y el silencio se hacen más y más opresivos… Bajo la luz de la lámpara que porta el líder descubren diversos signos de lucha y algunos cadáveres en avanzado estado de descomposición de muy dudosa procedencia.

Avanzando con cautela, el “pícaro” del grupo escucha extrañas voces provenientes del otro lado de una puerta: “Orcos, sin duda! Pero… que demonios hacen en el corazón de una mina enana!?” Los héroes entran en tropel echando la puerta abajo y tomando a un numeroso grupo de orcos y goblins por sorpresa… Tras una verdadera carnicería contra los pieles verdes los héroes continúan la exploración de la mina encontrando más goblins, orcos y fimirs desperdigados aquí y allá…

Finalmente salvan a un enano (único superviviente de la mina) de una muerte asegurada contra un numeroso grupo de orcos y fimirs. El enano se ofrece a hacerles de guía por la mina en señal de gratitud a cambio de que le prometan masacrar a todo piel verde que se cruce en su camino, evidentemente los héroes aceptan encantados…

Varios corredores y salas más tarde los héroes y su acompañante, dan con la cámara del tesoro de la mina enana, sellada por un complejo sistema de seguridad que con astucia y pericia los héroes consiguen desvalijar.

En el interior de la cámara del tesoro, Khurum, el superviviente enano, les advierte que se encuentra “otro” sistema de seguridad algo más complejo de neutralizar… Los héroes cautelosamente entran en una amplia antesala tallada e la roca viva, con múltiples y exquisitos grabados de motivos rúnicos…

El techo de la antesala, a varios metros de altura, esta horadado toscamente y muestra la entrada de unas galerías naturales o excavadas de forma muy rudimentaria… Tras unos breves segundos en la sala, un sonido como de frotar piedra contra metal se hace cada vez más y más fuerte…

De una de las galerías aparece una gigantesca cabeza reptiliana! Se trata de Verdraaken el custodio del tesoro enano. Un gigantesco lagarto de piedra, también conocido como dragón de las cavernas. La batalla con Verdraaken resulta más sencilla de lo esperado gracias a la pericia sin igual de un par de enanos cabreados y armados hasta los dientes… Verdraaken apenas puede defenderse!! Tras este épico (aunque acelerado) enfrentamiento los héroes consiguen penetrar en la verdadera cámara del tesoro y hacerse con el “báculo del equilibrio”, una de las 3 reliquias que buscaban…

Ya veremos que se les viene encima en la siguiente aventura… Que será, la última aventura de esta campaña :P